Las capacidades coordinativas son habilidades o destrezas que nos permiten controlar y coordinar los movimientos de nuestro cuerpo de manera eficiente y efectiva. Están directamente vinculadas en la ejecución de actividades motrices y en el rendimiento atlético.
Están relacionadas con la integración y el funcionamiento de los sistemas neuromuscular y sensorial. Nos permiten controlar y regular la posición, dirección, velocidad, ritmo, fuerza y equilibrio de nuestros movimientos. Al desarrollar estas habilidades podemos mejorar nuestra habilidad motriz general, adquirir mayor precisión y eficacia en los gestos deportivos así como también optimizar el rendimiento físico en general.
Son habilidades motoras que permiten controlar el movimiento del cuerpo en una tarea determinada. Incluyen la capacidad de equilibrarse, la habilidad para cambiar de dirección y la coordinación óculo manual, entre otras.
Adquieren relevancia en el deporte y la actividad física ya que una buena coordinación ayuda a mejorar el rendimiento y reducir el riesgo de lesiones. También son importantes para la realización de tareas cotidianas, como caminar, subir escaleras y levantar objetos.
Existen siete capacidades coordinativas: orientación, equilibrio, reacción, ritmo, adaptación, diferenciación y acoplamiento o sincronización. Cada una tiene su propio conjunto de habilidades y se puede entrenar de manera específica para mejorar su rendimiento.